IGLESIA LUTERANA JESÚS EL BUEN PASTOR - QUÉ ES LA IGLÉSIA LUTERANA


 

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LA IGLESIA LUTERANA Y EL PLAN DE DIOS PARA NUESTRA VIDA 

1. Dios es puro, santo, perfecto y eterno. Para estar en paz con Él, Dios requiere que seamos santos como Él, completamente sin pecado. (Mateo 5:48) 
2. Nadie es santo. Todos tenemos fallas, pecados, imperfecciones. Este pecado nos separa del Dios santo. Merecemos Su castigo temporal y eterno. (Romanos 3:23)
 3. Dios es justo y castiga la maldad. Pero, también Dios es amor y se deleita en mostrarnos Su misericordia. (Miqueas 7:18) 
4. Dios nos liberó de la condenación por medio de su Hijo Jesucristo. Jesús vino como nuestro Sustituto. En la cruz fue castigado por culpa de todos nuestros pecados. Ahora, con el castigo ya pagado, Dios nos ofrece el perdón completo y la vida eterna a cada ser humano. (II Corintios 5:21) 5. Pero la única forma de recibir esta salvación que Cristo ganó es por la fe en Él. Esta fe consiste en el arrepentimiento verdadero y la plena confianza en Cristo y sólo en Él para llegar a la vida eterna. (Romanos 3:28) 6. Tener fe en Jesús, nos hace personas completamente nuevas. Por gratitud, los cristianos queremos servir y obedecer a Dios en todo. (II Corintios 5:17)

 LA IGLESIA LUTERANA UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA 

La palabra “luterano” se aplica a los que son seguidores de la reforma de la Iglesia Católica Romana, encabezada por el Dr. Martín Lutero en el siglo XVI. Lutero era monje, sacerdote y profesor de la misma iglesia católica. Trataba cuidadosamente de guardar las leyes y las tradiciones de la iglesia. Sin embargo, nunca pudo llegar a tener la confianza de que Dios le hubiera perdonado y aceptado. Cuando sus superiores le designaron como profesor, Lutero tuvo la oportunidad de escudriñar la Biblia. Al dedicarse al estudio de ésta, llegó a entender que es Dios, por Su gran amor, quien declara al ser humano arrepentido, libre de la condenación de su pecado y que lo hace solamente por la fe en Jesucristo. La Biblia dice: Pues este mensaje nos muestra de qué manera Dios nos libra de culpa: es por fe y solamente por fe. Así lo dicen las escrituras: el justo por la fe vivirá. (Romanos 1:17) Basado en el estudio de la Biblia, Lutero promovió la reforma de la iglesia corriendo el riesgo de perder la vida a manos de las autoridades. Pero, lo hizo con el fin de que todos pudiéramos tener esa misma fe salvadora y la paz con Dios que ésta fe trae. La iglesia luterana es la iglesia cristiana protestante más numerosa del mundo. Actualmente a más de 50 millones de personas en el mundo se les llama “luteranos”. La iglesia luterana está proclamando el Evangelio de Jesucristo en todos los seis continentes del mundo. Tiene ministerios o iglesias en casi 120 países de la tierra. En América Latina, la iglesia luterana cuenta con más de un millón de miembros. Tiene iglesias fundadas en casi todos los países latinoamericanos. 

LA IGLESIA LUTERANA Y SUS ENSEÑANZAS PRINCIPALES 

1. SOLAMENTE LA BIBLIA: 

Las Sagradas Escrituras son la única norma de fe y vida. Ellas son la autoridad de Dios sobre nosotros. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar en el bien. (II Timoteo 3:16)
 
2. POR LA GRACIA DE DIOS

A pesar de la maldad e incredulidad humana, Dios en Su gran amor se dio a sí mismo en Su Hijo Jesucristo, para rescatarnos y perdonar todos nuestros pecados. Pues por gracia de Dios ustedes han sido salvados, por medio de la fe. Esta salvación no viene de ustedes. Dios la concede como un regalo, no como precio de las buenas obras, a fin de que nadie pueda alabarse. (Efesios 2:8) 

3. ÚNICAMENTE JESUCRISTO: 

El Hijo de Dios encarnado, engendrado por el Espíritu Santo en la Virgen María, es el único que nos puede salvar. Solamente a causa de Su vida, muerte y resurrección, podemos tener la vida eterna. Porque no hay más que un Dios; y no hay más que un hombre que pueda llevar a todos los hombres a la unión con Dios: Jesucristo. Porque Jesucristo se entregó a la muerte para pagar el precio de la salvación de todos…” (I Timoteo 2:5,6) 

4. SOLAMENTE POR LA FE: 

El don de la fe dado por el Espíritu Santo es la única forma por medio de la cual podemos apropiarnos del perdón obtenido por la muerte y resurrección de Cristo. Sin embargo, sabemos que nadie queda libre de culpa por hacer lo que manda la ley de Moisés, sino
únicamente por creer en Jesucristo. (Gálatas 2:16)

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